Macabro hallazgo en terminal de Fiori
Esto
sucedió un 6 Noviembre del 2003 en Lima - Perú
Permaneció
tres días dentro de una caja de cartón, en la bodega de un ómnibus
interprovincial que recorrió dos veces (ida y vuelta) de Trujillo a
Lima.
Tremenda fue la sorpresa se llevaron los trabajadores de la compañía PerúBus,
al comprobar que no se trataba de comestibles descompuestos, sino de una
muchacha asesinada con crueldad.
El cuerpo yacía en posición fetal, atado de pies y manos, en una caja que, a su vez, había sido revestida con costales de rafia y cosida con pita en todos sus extremos.
La singular encomienda consignaba una misteriosa inscripción: "entregar urgente al doctor Guillén", pero no registraba la identidad del remitente. El macabro hallazgo causó conmoción en el terminal terrestre de Fiori, jurisdicción de San Martín de Porres.
Peritos en criminalística confirmaron que la víctima tenía entre tres y cuatro días de fallecida. Llevaba puesto un pantalón de color gris y chompa de lana beige. Se notaba en el rostro una marcada pérdida de masa muscular, atribuible a los fuertes golpes. Además, presentaba quemaduras en el pecho y abdomen. Enredado entre sus cabellos negros llevaba el cono metálico de una bombilla incandescente.
Los restos, en estado de descomposición, estaban envueltos en forma cuidadosa dentro de la caja de cartón. La identificación de la víctima llevará por los menos unos dos días, indicó la policía.
Sin embargo, desde Trujillo llegó Humberto Espinoza para reportar la desaparición de su hija Mariela Espinoza Falcón. Y al identificar el cuerpo, dio a conocer que si era Mariela.
La búsqueda del asesino fue compleja, pues nadie vio quién remitió la encomienda. Los investigadores sostienen que el asesino sería un psicópata, pues entienden que éste envió la bolsa a un lugar elegido, como pretendiendo provocar a la Policía.
El cuerpo yacía en posición fetal, atado de pies y manos, en una caja que, a su vez, había sido revestida con costales de rafia y cosida con pita en todos sus extremos.
La singular encomienda consignaba una misteriosa inscripción: "entregar urgente al doctor Guillén", pero no registraba la identidad del remitente. El macabro hallazgo causó conmoción en el terminal terrestre de Fiori, jurisdicción de San Martín de Porres.
Peritos en criminalística confirmaron que la víctima tenía entre tres y cuatro días de fallecida. Llevaba puesto un pantalón de color gris y chompa de lana beige. Se notaba en el rostro una marcada pérdida de masa muscular, atribuible a los fuertes golpes. Además, presentaba quemaduras en el pecho y abdomen. Enredado entre sus cabellos negros llevaba el cono metálico de una bombilla incandescente.
Los restos, en estado de descomposición, estaban envueltos en forma cuidadosa dentro de la caja de cartón. La identificación de la víctima llevará por los menos unos dos días, indicó la policía.
Sin embargo, desde Trujillo llegó Humberto Espinoza para reportar la desaparición de su hija Mariela Espinoza Falcón. Y al identificar el cuerpo, dio a conocer que si era Mariela.
La búsqueda del asesino fue compleja, pues nadie vio quién remitió la encomienda. Los investigadores sostienen que el asesino sería un psicópata, pues entienden que éste envió la bolsa a un lugar elegido, como pretendiendo provocar a la Policía.
Este caso
sigue sin resolver, hasta el día de hoy no se ha hallado culpables.
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